Queso, ¿por qué es tan importante el queso para los holandeses?

El queso es increíblemente popular en los Países Bajos por diversas razones históricas, geográficas y culturales:

Tradición y patrimonio: la cultura del queso en los Países Bajos se remonta a siglos atrás. Los Países Bajos tienen una larga historia de producción y comercio de queso, profundamente arraigada en la identidad nacional. El queso siempre ha sido un importante producto de exportación, por lo que ocupa un lugar destacado en la cultura neerlandesa.

Ganadería y agricultura: Holanda tiene una rica tradición agrícola y ha sido tradicionalmente una sociedad agraria. La abundancia de productos lácteos, como la leche de las vacas que pastan en los extensos prados, contribuyó al desarrollo de la industria quesera.

Geografía y clima: las condiciones naturales de los Países Bajos, con un clima suave y suelos fértiles, son favorables para la ganadería y la agricultura. Esto ha propiciado la disponibilidad de productos lácteos de alta calidad, como la leche, esencial para la producción de queso.

Gestión del agua y comercio: Holanda es conocida por su extensa red de canales y vías navegables. Esto ha ayudado históricamente a transportar mercancías, incluido el queso, a distintas partes del país y más allá. El comercio del queso ha contribuido a la fama y difusión del queso holandés por todo el mundo.

Diversidad de tipos de queso: Holanda cuenta con una amplia gama de variedades de queso, cada una con su propio sabor, textura y usos. Desde el mundialmente famoso queso Gouda hasta el Edammer, Leyden, etc., Holanda ofrece una gran variedad de sabores que gustan tanto a nivel local como internacional.

Patrimonio culinario: El queso es parte integrante de la cocina holandesa. Suele utilizarse como ingrediente en platos como bocadillos, tortitas y guisos. La tabla de quesos también es una opción popular como postre o para complementar una comida.

Turismo: los mercados de queso holandeses, como los de lugares como Gouda y Alkmaar, atraen a muchos turistas cada año. Esto contribuye a mantener la cultura del queso y a reforzar la imagen de Holanda como país quesero.

Todos estos factores han contribuido a la perdurable popularidad del queso en los Países Bajos y lo han convertido en una parte importante y querida de la identidad holandesa.